Agricultura Ecológica:

Los sistemas alternativos de producción agrícola en sintonía con el medio ambiente se denominan por un lado ecológicos, biológicos, orgánicos y biodinámicos, y por otro naturales.

Los términos agricultura ecológica, biológica, orgánica, biodinámica o biológico-dinámica definen un sistema agrario cuyo objetivo fundamental es la obtención de alimentos de máxima calidad respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra, mediante la utilización óptima de los recursos y sin el empleo de productos químicos de síntesis (Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica, 1990). Así queda legalmente definida la agricultura cuya denominación genérica será la de ECOLÓGICA.

Existen una serie de problemas resultantes del uso del abonado químico, entre los que destacan la pérdida de nutrientes del suelo por lixiviación, contaminación de las aguas en general, reducción de la actividad biológica del suelo, etc. Este último punto es fundamental, si lo que pretendemos es conservar el suelo y producir de forma adecuada, o lo que es lo mismo: el suelo vivo en unas condiciones físicas y químicas adecuadas.

La agricultura ecológica ofrece una solución lógica y con fundamento científico, que radica en la alimentación activa del suelo a través del suministro de materia orgánica (humus) en sus distintas configuraciones, sin olvidar los aportes minerales en forma de rocas minerales pulverizadas. Así, las principales fuentes de humus que aparecen en el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica son:


- Estiércol, descompuesto por fermentación en montón, en hoyo o en la superficie.
- Residuos de cosechas.
- Abonos verdes.
- Paja y otros acolchados.
- Purín de ortigas.
- Compost hecho a partir de residuos orgánicos.
- Humus de lombriz.